Introducción

El press de banca juega un papel importante en el entrenamiento deportivo, tanto recreativo como profesional. Este ejercicio multiarticular del tren superior permite mover cargas considerables y demanda una significativa activación neuromuscular, características que lo han consolidado como una herramienta invaluable para el entrenamiento, la evaluación del rendimiento y la investigación. Por dicho motivo, existe un interés sostenido entre investigadores y profesionales del deporte, quienes continúan explorando sus múltiples dimensiones: desde los mecanismos de fuerza máxima hasta la optimización de la potencia explosiva, incluyendo los patrones de activación muscular en sus diversas variantes.

Mientras abundan las investigaciones sobre producción de fuerza y potencia en poblaciones mixtas, los análisis electromiográficos (EMG) comparativos entre hombres y mujeres son sorprendentemente escasos (1). La literatura existente ha mostrado una tendencia hacia el estudio de cohortes masculinos, y cuando se incluyen ambos sexos, raramente se realizan análisis diferenciados por género.

Una investigación reciente reveló patrones distintivos de activación muscular entre sexos durante el press de banca con cargas progresivas (55%-100% 1RM) (2). Los hallazgos sugieren que las mujeres exhiben un incremento más pronunciado en la activación del pectoral conforme aumenta la carga, mientras que los hombres muestran una mayor progresión en la activación del tríceps. Estos resultados sugieren una predisposición hacia un dominio pectoral en mujeres y una predominancia del tríceps en hombres durante la ejecución del ejercicio.

La pregunta que emerge es: ¿existe una diferenciación sistemática en los patrones de activación muscular entre sexos durante el press de banca? Un estudio reciente, que analiza los momentos articulares netos normalizados, los brazos de momento y la actividad muscular en powerlifters y levantadores recreativos de ambos sexos, nos ofrece alguanas pistas.


El estudio

Un total de 34 participantes fueron evaluados: 22 practicantes recreativos de musculación (13 hombres, 9 mujeres) y 12 powerlifters competitivos (6 hombres, 6 mujeres). Los sujetos realizaron una serie de press de banca a una intensidad de 6-8 repeticiones máximas (RM), empleando un agarre estandarizado al 160% del ancho biacromial.

La cinemática del movimiento se analizó mediante un sistema tridimensional de captura de movimiento, permitiendo el cálculo de los momentos articulares netos. Simultáneamente, se registró la actividad electromiográfica (EMG) de músculos clave: pectoral mayor (porciones esternal y clavicular), tríceps braquial (cabezas larga y lateral) y deltoides anterior. Para establecer valores de referencia, se normalizaron las señales EMG utilizando contracciones voluntarias máximas (MVC) específicas para cada grupo muscular, ejecutadas en un dinamómetro isocinético a 60° por segundo. Las MVC consistieron en extensiones aisladas de codo para el tríceps y aducciones horizontales de hombro para evaluar el pectoral mayor y deltoides anterior.

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¿Sabías? Un brazo de momento es la distancia perpendicular más corta entre la línea de fuerza ejercida (resistencia) y el eje (la articulación) que intenta resistir esa fuerza. En otras palabras, un brazo de momento determina la influencia de una fuerza para producir (o prevenir) la rotación de un objeto alrededor de un eje.

Resultados

Cinemática de la Barra: La Figura 1 muestra que los levantadores recreativos exhibieron una mayor amplitud en el desplazamiento vertical, mientras que los powerlifters demostraron un mayor rango de movimiento horizontal, caracterizado por un punto de contacto más inferior en la región pectoral (Figura 1).


Figura 1. Media de variables cinemáticas (desplazamiento de la barra) para la fase concéntrica del press de banca acorde al nivel de entrenamiento.

Brazos de momento: Los brazos de momento articulares presentaron patrones específicos según el sexo y nivel de entrenamiento. En el complejo articular del hombro, los valores fueron equiparables entre sexos para levantadores recreativos, con una notable diferencia en powerlifters masculinos, quienes exhibieron brazos de momento más largos. En contraste, la articulación del codo mostró brazos de momento significativamente mayores en la población femenina, tanto en atletas recreativas como en powerlifters, en comparación con sus contrapartes masculinos (Figura 2).


Figura 2. Brazos de momento del codo (izquierda) y hombro (derecha) dividido en nivel de experiencia y sexo. Linea verdosa punteada = Mujeres powerlifters, Linea verdosa = Mujeres entrenadas a nivel recreativo, Linea negra punteada = Hombres powerlifters, Linea negra = Hombres entrenados recreativamente.

Electromiografía de superficie: En la figura 3 y 4, se logra apreciar que la señal EMG normalizada de ambas porciones del pectoral mayor presentó una mayor magnitud en levantadores masculinos, independientemente de su nivel de entrenamiento. Por el contrario, la cabeza larga del tríceps braquial exhibió una activación superior en la población femenina. Estos patrones de activación muscular correlacionan coherentemente con los brazos de momento informados y los momentos articulares netos.


Figura 3. Actividad electromiográfica media para la fase concéntrica del press de banca como porcentaje de MVIC acorde a la diferencia de sexos.

Figura 4. Actividad electromiográfica media para la fase concéntrica del press de banca como porcentaje de MVIC acorde a al nivel de entrenamiento.

¿Qué significa esto?

Los resultados de este estudio sugieren que la experiencia en el entrenamiento y el sexo pueden afectar sustancialmente la técnica del press de banca. Analicemos los hallazgos principales:

#1. Trayectoria de la barra

Los datos muestran una divergencia significativa en la relación entre momentos articulares del codo y hombro entre sexos, siendo esta más pronunciada en powerlifters que en levantadores recreativos. Los powerlifters exhiben una técnica caracterizada por un 13% menos de desplazamiento vertical y un 25% más de desplazamiento horizontal de la barra, resultando en ángulos de flexión del codo más reducidos durante todo el movimiento. Esta adaptación técnica parece optimizar el levantamiento de cargas máximas, confirmando las observaciones de Kristiansen y cols. (3) sobre las estrategias motoras diferenciadas en powerlifters elite.

#2. Activación Muscular

El análisis electromiográfico (EMG) revela patrones de activación muscular específicos por sexo. Los datos nos muestran que con cargas submáximas, las mujeres muestran mayor dominancia del tríceps, mientras que los hombres presentan mayor activación del pectoral. Sin embargo, cerca del 1RM, las mujeres incrementan significativamente la activación del pectoral, mientras los hombres aumentan la del tríceps (2). Esto sugiere mecanismos compensatorios distintos entre sexos durante esfuerzos máximos.

#3. Análisis del Momento Articular

Este estudio integra dos metodologías complementarias: la electromiografía (EMG) y el análisis del momento articular neto. Si bien la EMG presenta las limitaciones habituales en cuanto a la predicción de adaptaciones a largo plazo (4), la incorporación del análisis biomecánico del momento articular proporciona una perspectiva más completa sobre los mecanismos subyacentes del ejercicio.

Los resultados revelan diferencias entre sexos en la mecánica del press de banca. Las mujeres exhiben una mayor proporción de momento articular en el codo respecto al hombro, lo que sugiere una predominancia en la activación y potencial desarrollo de fuerza del tríceps. En contraste, los hombres manifiestan una menor proporción codo-hombro, indicando una mayor participación y desarrollo potencial de la musculatura pectoral.

Esta divergencia se acentúa en mayor medida en powerlifters en comparación con atletas recreativos, sugiriendo que las adaptaciones específicas al entrenamiento intensivo amplifican estas diferencias biomecánicas inherentes. Las powerlifters femeninas tienden a desarrollar una técnica que maximiza la contribución del tríceps, , lo que resulta en una mayor proporción de momentos articulares netos de codo a hombro. Por el contrario, sus contrapartes masculinas evolucionan hacia un patrón de movimiento que optimiza la participación del pectoral, lo que resulta en una menor proporción de momentos articulares netos de codo a hombro. Esta especialización técnica parece ser tanto una consecuencia como un catalizador del desarrollo de fuerza específico para cada sexo.


Conclusiones e implicaciones prácticas

Si tuviera que ofrecer una conclusión preliminar, sugeriría que, en promedio, las mujeres pueden beneficiarse ligeramente más que los hombres de los ejercicios auxiliares enfocados en los pectorales. Por otro lado, los hombres podrían obtener mayores beneficios de los ejercicios auxiliares dirigidos a los tríceps. Esta hipótesis se basa en la idea de que, durante el entrenamiento de press de banca con cargas submáximas, las mujeres tienden a subutilizar los pectorales, mientras que los hombres subutilizan los tríceps.

Por supuesto, se requiere más investigación para comprender si esta diferencia neuromuscular realmente existe, cuál podría ser su causa, si se manifiesta en otros ejercicios y hasta qué punto influye en el rendimiento del press de banca o en las adaptaciones al entrenamiento.


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Comentarios

Si bien este estudio es interesante, presenta algunas limitaciones que podrían afectar sus resultados hasta cierto punto.

En primer lugar, al tratarse de un estudio transversal, no se puede descartar la posibilidad de que los resultados hayan sido influenciados por diferencias en la longitud de los segmentos corporales (es decir, las proporciones del húmero y el antebrazo) entre los grupos, sin estar necesariamente relacionadas con las adaptaciones al entrenamiento.

En segundo lugar, debido a las diferencias anatómicas entre sexos, la colocación de los electrodos para la cabeza abdominal del pectoral mayor varió ligeramente entre hombres y mujeres, lo que podría haber amplificado las diferencias observadas entre los grupos.

Referencias

1) Stastny y cols. (2017). A systematic review of surface electromyography analyses of the bench press movement task.

2) Gołaś y cols. (2018). Muscular activity patterns of female and male athletes during the flat bench press.

3) Kristiansen y cols. (2015). Inter-subject variability of muscle synergies during bench press in power lifters and untrained individuals.

4) Vigotsky y cols. (2017). Greater Electromyographic Responses Do Not Imply Greater Motor Unit Recruitment and ‘Hypertrophic Potential’ Cannot Be Inferred.

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