Este artículo es una revisión y un desglose del estudio: Alterations in speed of squat movement and the use of accommodated resistance among college athletes training for power de Rhea y cols. (2009).


La relación Fuerza-Velocidad del músculo indica que el aumento en la velocidad de acortamiento resulta en una disminución en la producción de fuerza, y viceversa. Básicamente, si desea desarrollar la fuerza máxima, no podrá hacerlo con movimientos ejecutados de manera rápida, por lo que si desea realizar un movimiento muy rápido, no desarrollará mucha fuerza. Sin embargo, en deportes donde las cualidades de fuerza y velocidad están relacionadas con el rendimiento, es necesario encontrar un buen compromiso para producir una cantidad significativa de fuerza lo más rápido posible. Porque un atleta con un alto nivel de fuerza puede ser incapaz de desarrollar una fuerza significativa en muy poco tiempo.

Es entonces necesario entrenar estas dos variables cinéticas conjuntamente con el objetivo de mejorar la explosividad (no confundir con potencia). La explosividad, también denominada tasa de desarrollo de la fuerza (RFD, en N/s), se puede definir como la cantidad de fuerza producida por segundo durante los primeros 300-400 ms de un movimiento. Cuanto mayor sea este valor, más explosivo será el atleta.

Para la explosividad, la instrucción principal que se les da a los atletas durante el entrenamiento de fuerza es mover la carga lo más rápido posible. El único inconveniente de esta metodología es la desaceleración de la carga inherente al movimiento mucho antes del final de la fase concéntrica. Es un reflejo que permite una protección de las articulaciones cuando llegan en extensión completa. En este contexto, se han informado porciones de aceleración que van del 60 al 66 % durante el empuje (es decir, la fase concéntrica) en press de banca para cargas equivalentes al 45–60 % de 1RM. Esto implica que la desaceleración de la barra interviene en el último 40% de la trayectoria. Lo que significa un estímulo sub-óptimo para los músculos agonistas objetivo.

Existen varias técnicas para superar este problema. El primero es proyectar la carga al final de la fase concéntrica. Se puede realizar lanzando la barra en el press de banca o saltando al final de la sentadilla, pero requiere un equipamiento adecuado para garantizar la seguridad de los atletas (para atrapar la carga al final de su trayectoria). La segunda técnica es utilizar una resistencia variable, como bandas elásticas, por ejemplo. El principio es que la resistencia aumentará a lo largo de la fase concéntrica, lo que permitirá una activación constante de los músculos agonistas. Pero, ¿cuál es el efecto sobre el rendimiento de este tipo de entrenamiento?

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